30.12.07

LA GUERRA MÁS BELLA DE TODAS LAS GUERRAS

Este texto tiene algunas variantes, debido a que lo escribí para una de las personas más importantes de mi vida.

Está publicado en el preiódico Werken que se edita en Canadá y es distribuido a la comunidad latina.

Gracias por permitirme publicarlo.


La guerra más bella de todas las guerras.


Ayer, después de mi fin de semana me encontré con una sorpresa, (en México no se trabajó el viernes) aproveché para visitar a mis muertos, ir a la iglesia y pedirles que no me abandonen por completo. Platiqué con mi padre que hace años falleció; él encabezó la lista de todos mis difuntos. Al salir de la iglesia sentí que me había reconciliado con todos mis parientes y amigos que ya andan por otros espacios.
Soy mucho de tomar el auto y salir hasta donde se me termine la gasolina. Me encanta el aire, la carretera y las comidas en los paraderos.
Camino a mi cita, hice parada en un pueblo de esos en donde todavía se respira comida hirviendo con leña. Caminé entre algunos puestos que ya dicen que viene otra vez Navidad.
Mi fin de semana fue en la ciudad, en pueblos paralíticos y disfrutando el aire de la carretera.
Después de contagiarme de tanta reconciliación leí las noticias. Una parte de México se está ahogando. Es cierto una parte se está ahogando muy cerca de Chiapas.
Las presas se están reventando y parece una escena de ciencia ficción, la gente va a atender sus asuntos a nado, en lanchas y muchos sobreviven en viviendas pobladas de agua. Son escenas que duelen, es una nueva vida que da la impresión de los hombres lagarto. Ancianas escapando de sus casas por las azoteas, niños viviendo en el último piso de algún edificio y México está triste y ese México maravilloso que en otras partes festeja a la muerte y los tabasqueños luchando contra ella; eso es lo bello de México, millones se han congregado para orar por los paisanos tabasqueños, por los chiapanecos que viven en las riveras de esos ríos y que se han quedado sin maíz y sin agua.
Y un México maravilloso hace fila para enviar comida, agua, medicina, pero sobre todo, oración por la gente que está atrapada en esos pueblos de agua.
Es cierto, Tabasco se está muriendo de agua, pero no están solos hay mas de cien millones de mexicanos con ellos. Es cierto que su situación es trágica, pero esto es una guerra que se gana con buena voluntad, amor y oraciones.
Esto que sucede en México hoy es una lección al mundo una auténtica guerra, como deberían ser todas las guerras. Una guerra para salvar vidas, un ejército impresionante de mexicanos luchando por la vida.
Este es el pueblo mexicano que tanto amo, este es el pueblo de mis muertos, el pueblo de mis padres, de mis amigos, de mis hijos y de mis hermanos. El pueblo de la mujer que amé tanto tiempo; El México de todos los tiempos; el México de siempre. El México que hoy es Tabasco, y mañana el México en la guerra de todos los tiempos, el que lucha contra los temblores, contra los incendios, contra las injusticias; El México fuerte que tanto amo.

Bendito Dios que soy mexicano, bendito Dios por mi pueblo

Gabriel vega.

2 comentarios:

Patricia Gold dijo...

Te felicito...me alegra por vos Gabo..
Recuerdo esa carta perfectamente..
gracias por la consideración en que me tenés en tu vida...
te deseo lo mejor para este año próximo...para vos y tu equipo..
t.q.m.

Anónimo dijo...

Hi, as you can see this is my first post here.
I will be glad to receive some assistance at the beginning.
Thanks and good luck everyone! ;)